
Este domingo por la tarde, Godoy Cruz mantenía la tarea de visitar el estadio Hilario Sánchez para afrontar el clásico cuyano frente a San Martín de San Juan.
Esteban Solari paro un 4-4-2, con: Petroli; Rassmusen, Mendoza, Jara, Meli; Fernández, Pozzo, Poggi, Altamira; Andino y Dupuy.
En el comienzo del encuentro Godoy Cruz tuvo la pelota, aunque jugó una primera parte de espanto.
Sin actitud, ni ambición para ir a buscar el encuentro, le dio lugar al local que poco méritos hizo para alcanzar la ventaja parcial.
Si Godoy Cruz había subido algunos escalones en cuanto a la idea de juego y la visibilidad de un equipo compacto por copa sudamericana, hoy retrocedió diez escalones.
El planteo de Solari no tuvo nada que ver con las aspiraciones de su equipo, y a falta de ideas el juego recaía forzadamente sobre Andino.
Ya sin ideas e identidad de juego transmisible por parte del cuerpo técnico, el equipo tampoco tuvo rebeldía en un partido cumbre.
Volviendo a Solari, repitió los cambios improductivos, puesto por puesto y le brindó a San Martín la posibilidad de convertir luego de casi 600 minutos sin hacerlo. Además el equipo sanjuanino triunfó después de 5 derrotas consecutivas en el campeonato.
Lo grotesco de esta tarde fue lo inofensivo que fue el Expreso de cara al arco local, donde no generó chances de gol.
Jugaron tres centrodelanteros a los que (salvo Parzajuk en una ocasión generada) no les llegó la pelota, ni centros certeros que pudieran poner en partido al Expreso.
Más allá de perder el clásico, Solari no encuentra el rumbo, y el equipo se está quedando fuera de la zona de clasificación en un torneo donde clasifican ocho y siete quedan afuera, es decir, es más fácil clasificar que no.
A esta altura es indefendible el poco fútbol y trabajo que se ve en el plantel.
Ya es inaceptable y habrá que ver como la dirigencia disfraza y se excusa de este papelón histórico para un club gigante.