
Noche de fútbol en el Monumental de Alta Córdoba para Instituto y Godoy Cruz.
El Tomba y la Gloria llegaban en situaciones similares, aunque el equipo de Pedro Troglio con mayor presión por la localía y por no triunfar luego de cinco partidos.
El entrenador bodeguero, Esteban Solari, decidió lanzar a la cancha a: Petroli; Jara, Meli, Rassmusen, Mendoza; Leyes, Ábrego, Yañez, Altamira; Andino y Dupuy.
Sentenciando dos cambios respecto al once que venía de vencer a Barracas Central. Andino por Parzajuk y Altamira por Fernández.
PRIMER TIEMPO
En el comienzo, el Tomba se paró con un cambiante 4-4-2, con Jara y Meli pasando al ataque y dejando conformada una línea de tres al fondo.
Como novedad, se vio a un equipo activo, intenso y dinámico, algo que es noticia tras las actuaciones pasadas, donde se venía reclamando esto.
En el mediocampo se batalló mucho, con una estructura ofensiva en la que Bastián Yañez era el eje desde donde comenzaban las jugadas. Mientras que defensivamente, Bruno Leyes por delante de la defensa era quien iba a cortar las jugadas del local.
En materia de ataque, el Expreso tenía peso, llegando con balón dominado, pensando y buscando variantes de ataque, aunque se mantenía una tendencia de abrir el juego a las bandas, incluso siendo insistente con esta idea, a pesar de que por momentos el juego pedía ir por el centro.
La defensa mendocina fue dubitativa ante algunos ataques de la Gloria. Aunque el elenco de Solari cuenta con dos jugadores con presencia en la zaga, como lo son Rassmusen y Mendoza, el equipo sufrió mucho atrás, siendo Nicolás Cordero y Tomás Batallini los que comandaban las acciones de mayor peligro para el arco de Franco Petroli. A pesar de que no siento que sea para alarmarse, porque el rival de hoy tiene gran juego aéreo, es éste el ámbito donde se vio a la visita dudar y fallar esta noche. Habrá que hacer foco ahí.
Godoy Cruz pasó las largas arremetidas del equipo cordobés y cuando parecía que ya estaba cómodo (incluso llegó a ponerse en ventaja), Batallini venció de cabeza a Petroli para igualar las acciones.
Párrafo aparte para Jorge Baliño, quien cortó mucho el juego para la visita, y en ocasiones dio senda libre a las infracciones de Instituto. Se remarca porque no es la primera vez que este juez tiene actuaciones, cuanto menos controvertidas en los partidos del elenco mendocino.
En el cierre de la primera etapa se notó a un equipo más claro que lo que venía mostrando, sin embargo falta consistencia y fluidez en el juego. A esto se deberá sumar algunas correcciones en el retroceso, desde los laterales hasta la dupla central.
SEGUNDO TIEMPO
En veinte minutos de juego, la visita no lograba entrar en juego.
El equipo deberá mejorar en las asociaciones y armado del juego. A partir del regreso de Santino, el los jugadores se han vuelto Andino-dependiente, lo cual es una moneda al aire y poco conveniente para el equipo.
Lo (poco), que se hizo bien en el inicio, fue tirado a la borda en el complemento, tras no mostrar fundamentos futbolisticos, ni individuales ni colectivos.
La destacada actuación de Franco Petroli sostuvo la igualdad y le continúa salvando el puesto a más de uno dentro del once titular.
A pesar del mal partido, Godoy Cruz desarrolló una buena jugada colectiva sobre el final del partido, sin embargo Vicente Poggi no logró rematar con comodidad.
CONCLUSIÓN
Visiblemente se vio a un equipo que trató la pelota de otra forma respecto al pasado reciente. Queda mucho por trabajar, lo físico es lo prioritario.
Habrá que ajustar piezas en ataque y no depender absolutamente de que Santino Andino se encuentre inspirado, sin embargo es un punto positivo ante un rival que le hizo las cosas complicadas a un Godoy Cruz que no termina de arrancar.