El 9 de abril del año 2002 quedará marcado en la historia del fútbol mendocino como el día en que Godoy Cruz dejó una huella imborrable al enviar a Independiente Rivadavia al descenso. El encuentro se vivió con una intensidad desbordante en el Estadio Malvinas Argentinas, donde ambas hinchadas ansiaban un resultado que definiría el destino de uno de los equipos.
Desde que comenzó el partido, se percibía la tensión en el ambiente, los hinchas tombinos querían ver a su rival hundido en el Argentino A y los simpatizantes leprosos querían mantener la categoría. Ambos equipos mostraron un juego aguerrido, conscientes de la trascendencia del compromiso.
El momento crucial llegó cuando Godoy Cruz logró romper el empate con un gol del Cachorro Abaurre que desató la euforia en las tribunas bodegueras y el desconsuelo en los caudillos del parque. A pesar de los esfuerzos finales del equipo relegado, no lograron igualar el marcador, sellando así su destino en por su máximo rival al Argentino A.
Tras finalizar el partido, el estadio se convirtió en un mar de emociones encontradas. El Expreso celebraba el triunfo histórico que quedaría grabado por todos los tombinos tras haber descendido a su máximo rival.
Las gastadas y los cánticos resonaron por todo el estadio, reflejando la pasión y rivalidad que caracterizan al fútbol argentino.
Formación de Godoy Cruz: Sebastián Torrico, Leopoldo De la Vega, Rafael Iglesias, Gabriel Nasta y Daniel Oldrá; Pablo Corti, Mariano Torresi, Felipe Canedo y Rodrigo Maldonado; Gabriel Caiafa y Alejandro Abaurre.
Formación de Independiente Rivadavia: Luciano Busso; Carlos Azcurra, Horacio Acosta, Julio Marinilli y Ezequiel Andreoli; Hernán De la Fuente, Miguel Guerra, Héctor Teri, Carlos Araujo; Pablo Cameroni; Carlos Paratore y Adrián Czornomaz.