Godoy Cruz derrotó a Platense por 2 a 1 en condición de visitante. Agónico triunfo después de un partido totalmente para el olvido.
Una ráfaga, eso fue el Tomba en los primeros minutos. A modo de estrella fugaz llegó el primer golpe y lo mejor del Expreso en el partido. Y, así como se desvanece la imagen de dicha estrella, se desvaneció el juego tombino.
Pasados esos 5-10 minutos de buen fútbol, Platense se puso de pie y comenzó a hacer presencia en el encuentro. Sin entregar mucho, sin generar tanto, pero con algo de voluntad fue que el local igualó la balanza en el juego.
Llegó la igualdad en los pies de Pellegrino. Un dubitativo Godoy Cruz dejó la oportunidad y el artillero calamar aprovechó su chance.
Paradójicamente, al ratito llegaría la mayor complicación del bodeguero. Vázquez (central derecho calamar) vio una merecida cartulina roja complicando así a sus compañeros. Roberto Ramírez (en un accionar totalmente infantil y falto de inteligencia) lo acompañó a vestuarios.
Esta tarjeta sentenció el juego de Godoy Cruz, a partir de ese momento finalizó el poco nivel que mostró la visita.
Es mi impresión que, con un 9 de jerarquía, el gol de Platense solo hubiese servido de descuento y el Tomba seguiría arriba en el marcador. Pero no fue así y el empate duró prácticamente hasta el final.
Oldrá metió y acomodó piezas. Que si Barrea por Conechny (de muy mala tarde), que si Poggi por Fernández (otro flojo rendimiento) y demás cambios que no gravitaron. El DT no tiene un gran abanico de alternativas en el banco y se nota.
Pero, aquél quien venía madurando, aquél que llevaban de a poco, ese fue el encargado del grito sagrado. Mariano Santiago (su apellido hace acordar a un nombre que supo darnos alegrías) de forma heroica cazó un rebote y puso el 1-2 para el delirio de todo Mendoza.
Se jugó mal, se aprovechó poco y se sufrió en demasía. Tal vez, sin Petroli otro hubiese sido el cantar. La única realidad es que Godoy Cruz se transformó en el primer clasificado a cuartos de final.
Queda mucho por trabajar, pero ya se cumplió el primer objetivo de la Copa de la Liga.