Estos golpes son los que te hacen tambalear. Cuando uno viene bien siente que puede con todo hasta que hay algo que te frena en seco.
El partido se jugó (casi) en todo momento al ritmo que quiso Colo-Colo. Un gol anulado, Rasmussen despejó un balón en la línea y en la tercera llegó la vencida.
Lo mejor (y tal vez único rescatable) se dio en los pies de Fernández y López Muñoz. Defensivamente, se sufrió en varias oportunidades y el gol es un retrato de lo incómodo que estuvo el Tomba en toda la noche.
Arce lleva varios partidos en un nivel flojo, Galdames se vio totalmente superado por la velocidad de los rivales, Barrios-Rasmussen no fueron los de siempre.
Si seguimos hacia adelante, poco también de Andrada. El volante tuvo alguna que otra aparición, pero no estuvo en sintonía con el juego. En cuanto a la delantera trata, mucha voluntad pero poco fútbol.
Lo que destacó a Oldrá en la pasada victoria ante Racing, hoy estuvo ausente. El entrenador no supo resolver el problema desde el banco y sus dirigidos parecían verse superados minuto a minuto.
Queda una última bala. La vuelta en Chile. Godoy Cruz deberá mostrar coraje e imponerse en tierras trasandinas si es que desea obtener el pase a la próxima fase.
Poco importa el siguiente partido del campeonato local, la mirada de todo Mendoza estará en el jueves de la semana siguiente.