Cancha difícil tenía que visitar Godoy Cruz. No por la magnitud del rival, si no porque siempre ha significado una dificultad jugar en el estadio de Unión.
Para esta cita, Oldrá seleccionaba el 11 “cantado”. D. Rodríguez; Arce, Barrios, Rasmussen, Galdames; Leyes, Fernández, López Muñoz; Allende, Conechny, S. Rodríguez.
Nada sorpresivo, prácticamente de memoria lo que pone el tridente técnico en el verde césped.
Primer tiempo
Sólida primera parte para el Bodeguero. El Tatengue tuvo un arranque explosivo, no pudo sostener esta “ráfaga” (de 10 minutos) y mermó el rendimiento.
Por el lado de la visita, lo mejor se veía en los pues de López (quien consiguió una doble amarilla que Falcón Pérez decidió no sancionar). El 10 se entiende bien con Conechny y en esas triangulaciones hay “chispazos” de buen fútbol.
Pasada la media hora, el claro dominador era el elenco mendocino. Godoy Cruz se encontraba muy firme en su terreno de juego pero no gravitaba en la zona defensiva del local.
Muchas chances interesantes, nacían en quites de Leyes. El volante mendocino está atravesando un buen momento y no tiene problemas en adueñarse del círculo central.
Pocas chances, muchas intenciones. La forma de definir los primeros 45 minutos.
Segundo tiempo
Siguió de la misma forma el trámite. No había forma de parar a López Muñoz pero sus compañeros no convertían esa actuación en gol. Con un Salomón prendido, podríamos estar hablando de 1 o hasta 2 goles de ventaja para el Expreso.
Con el correr de los minutos, se perdió el juego y se creció en intensidad. Allende (de floja tarea) no participaba demasiado del juego, Conechny estaba más cerca de ser 9 que volante y a López lo “talaban” cada vez que podían.
Las situaciones de gol no llegaban y se acumulaban amarillas. Por ello, Oldrá decidió hacer debutar a Barrea (salió Salomón) y también ingresó Guillén (a jugar con el perfil cambiado) por Galdames. Más tarde entró Núñez por el amonestado Fernández.
Con estas modificaciones, no se cambió el dibujo pero si la idea. Salió el volante mixto para dominar la mitad del campo (algo que no ocurrió). Era todo de ida y vuelta y no iba a cambiar hasta que llegue algún grito sagrado.
Seguía sin gustar lo visto en cancha, Unión tomaba las riendas en el último cuarto de hora y por ello el Gato decidió agorar variantes. Cingolani tomó el lugar de Allende y Gaggi a disputar los últimos minutos (afuera López Muñoz).
Hubo tiempo para más. Pero nada ocurrió. Igualdad a 0 en Santa Fe.
Conclusiones
Mencioné (en el segundo tiempo) que Unión comenzó a doblegar al visitante hasta el punto de estar cerca de marcar la diferencia. Esto no se da por una mala tarea general de Godoy Cruz, esto ocurre porque el Tomba pierde peso cuando mueve el banco (ya que los sustitutos no están al mismo nivel que los del 11 inicial) y esto se nota demasiado.
Los que ingresaron desde el banco comandado por el ”Killy” González, lo hicieron en sintonía y (algunos) hasta mejor que los reemplazados. Por el lado de las camisetas grises, los cambios no generan muchos aspectos positivos (exceptuando a Guillén) y por ello es que se pierde poder de dominio en los complementos.
El Tomba no falla (tanto) desde lo colectivo, se nota la mano de Oldrá y la idea de juego esta clara. Esta idea pierde peso cuando las individualidades no terminan de resolver bien sus posibilidades y fallan en momentos claves.
Otro empate para Godoy Cruz que no puede aprovechar la irregularidad de los contendientes a copas internacionales. Urge una victoria ante Racing.