La casa del Bodeguero celebra su aniversario número 63 de la mano de su remodelación y reconstrucción de la cancha.
Para crecer hay que dejar muchas cosas en el camino, así como un 25 de enero de 1953 el Tomba se despedía de la canchita de Castelli y las Heras, para encaminarse a algo más grande, hoy lo hace rejuveneciendo la estructura del querido Gambarte.
El proyecto en aquel entonces consistió en la construcción de un complejo deportivo y social dentro de un predio de dos hectáreas. Las instalaciones edilicias fueron de avanzadas y construidas en hormigón y mampostería de calidad antisísmica. Las obras incluyeron un campo de juego de 100 por 70 metros de superficie, regado por un moderno sistema de aspersión, 3000 m2 de superficie construida, tribuna con capacidad para 11.000 personas, canchas de tenis, básquet y bochas.
Y es así como se inauguró el día 3 de octubre de 1959 el nuevo estadio, el Feliciano Gamabarte, siendo presidente del club Don Jorge Schmitt. Ese día se igualó contra Talleres, por 3 a 3.
Hoy, esas tierras cumplen 63 años de mucho amor, de grandes figuras que pisaron ese suelo, de recuerdo que desbordan a los tombinos.
En estos 63 años se le fueron agregando partes para ir completando el rompecabezas. Con el tiempo, la cancha tuvo remodelaciones, sobre todo en sus tribunas. La iluminación que llegaría en 1969, pero no fue hasta 1986 que se decidió que el estadio se denominara Feliciano Gambarte, en honor al deportista y dirigente que dejó todo por ver al Tomba brillar.
Es así, que desde 2021 comenzó a cobrar vida de nuevo, instalando las torres de iluminación, pintándolo, arreglando su césped y esas rupturas de las estructuras que duele muchas veces son el comienzo de algo hermoso.
Esta renovación que estamos viviendo, ese suceso histórico de ver con nuestros propios ojos como se reparan las tribunas Sur y Este nos permite soñar como vamos alentar desde ahí, como esas etapas que le van a ir dando otro tinte nos permiten sentir que vamos a volver a casa.
Lo bueno es que esto no queda ahí, también se le suma a esta ilusión nuevos vestuario, codos y plateas.
Feliz cumpleaños al lugar feliz de todos los hinchas del Expreso, que sigan las obras, que sigas cobrando vida, que te inmortalices y que te hagas fuerte. Esperamos que prontamente, tal como indicaron el arquitecto Carlos Lafi y el vocal Fernando Da Fré, volvamos a agitar las banderas desde esas gradas.
El Feliciano Gambarte nunca se fue, solo estaba esperando el momento perfecto para despertar y dar el batacazo que tanto necesitamos.