Godoy Cruz recibió a Vélez por la fecha 10 de la Copa Binance en un encuentro sin emociones.
En un nuevo ciclo que inicia a mitad de torneo, el dueto Orsi-Gómez hizo su presentación en el Malvinas Argentinas. Los nombres que integraron el once no variaron, más si la idea. El “Tomba” salió más compacto, corto y organizado. La dupla eligió un 4-4-2 clásico que le dio conexión entre líneas. Acevedo inició como el nexo entre defensa y mediocampo, Bullaude era el conector de los volantes con Salomón Rodríguez y los laterales pasaban continuamente al ataque.
Este reordenamiento táctico provocó que las líneas no se vean tan distanciadas como en la era Flores. Generando así que Espínola sufra poco, aunque el ataque disminuyó en cantidad y calidad (a pesar de que hubo algunas claras para el local).
El complemento no mostró caras distintas, Vélez ofreció muy poco. Un desconcierto en la defensa del bodeguero (debido a la sustitución de González por Negri) se hizo presente en los primeros minutos. La dupla técnica se mostró totalmente disconforme con este arranque y rápidamente mostraron su enojo a base de indicaciones eufóricas.
Afortunadamente el orden llegó, Godoy Cruz volvió a tomar el control. Sin otorgar un juego muy vistoso, con pocos toques y haciendo uso de la calidad individual de sus jugadores (con énfasis en Ramírez) el local se paró firme en el mundialista mendocino.
Pasado el cuarto de hora la diferencia era clara. La idea de los entrenadores se plasmó mejor y Godoy Cruz merecía ponerse arriba en el electrónico. Las claras llegaron en los pies de Ramírez, Ojeda y Rodríguez, faltaba la claridad.
Llegados los 30’ de la segunda parte el panorama no cambiaba. El equipo de Orsi-Gómez dominaba, pero no podía vencer la valla de Hoyos. El orden fue el factor reinante del conjunto mendocino, mediante el mantenimiento de la estructura se esperaba doblegar al rival.
Para afrontar el último cuarto de hora, se decidió por una modificación táctica. Ingresó Allende (en su nuevo rol de extremo), Badaloni, Leyes (para refrescar el medio) y Burgoa (quien no gozaba de minutos desde la victoria ante Rosario Central).
Lamentablemente el reloj llegó a su fin y el resultado no sufrió alteración alguna. A pesar de no haber conseguido la victoria el cambio se notó. Godoy Cruz se paró firme en su casa y no permitió (por primera vez en el torneo) ser lastimado por el rival.
Ha comenzado un proceso, hubo aspectos positivos (y a pesar del enojo de un sector de los hinchas) que son importantes de cara a lo que viene. Es cierto que urge ganar y la situación es límite. Pero también de debe entender que el nuevo cuerpo técnico lleva escasos días de trabajo y deberá afrontar una semana cargada de partidos.
En pocos días se debe ir a Boca y luego hay que volver rápido para enfrentar a Lanús. El debut no fue el esperado, pero ha dejado algunos puntos para destacar, deberemos esperar y con el correr de los partidos veremos si los resultados son los esperados o no.