Sin jugar bien y sufriendo en demasía, Godoy Cruz consiguió su primera victoria en la Copa Binance.
Después de dos derrotas durísimas, el “Tomba” estaba obligado a levantar cabeza en Santa Fe para no hundirse aún más.
Luego de muchas críticas, Diego Flores decidió “patear el tablero” y modificó el esquema junto con varios nombres. El entrenador cordobés se decidió por jugar 3-4-3 en búsqueda de darle vida a un equipo tambaleante.
La clave de la victoria no estuvo (ni de cerca) en la modificación del planteo. Godoy Cruz hizo una muy floja actuación que le alcanzó para superar a un rival apenas peligroso.
Jugada la primera hora del partido, Rosario Central estaba visitando constantemente el arco defendido por Juan Espínola. La visita sufrió mucho los 45 minutos iniciales y no se fue al vestuario en desventaja casi de milagro.
Se notaba incómodo a varios jugadores, Elías López y Juan Pintado se sobreponían (y en ocasiones se molestaban), Burgoa (casi de carrilero por momentos) se cerraba y dejaba vía libre por su banda, Badaloni tuvo una tarde llena de imprecisiones y la confusión dentro de la cancha era notoria.
Sin embargo, debido en su mayoría a la calidad individual de varios nombres propios, generó situaciones claves que no supo aprovechar.
Para el complemento el local perdió fuerza, dejó de intentar y eso le dio a Godoy Cruz la posibilidad de ponerse arriba en el electrónico. Central rápidamente igualó el resultado y, a los minutos, Salomón Rodríguez le lanzó un salvavidas en forma de gol a Diego Flores.
Esta victoria resuelve poco, significa un alivio y esta semana la mentalidad será distinta debido a la tranquilidad que siempre otorga la victoria. Pero el “Tomba” no debe relajarse, queda muchísimo por solucionar y cada partido es prácticamente una final. Flores no debe quedarse en que el planteó funcionó porque este estuvo muy lejos de ser fluido (y hasta en ocasiones se o veía demasiado improvisado). Dicho esto, se ganó y la semana tendrá un tono más amigable para todo el mundo Godoy Cruz.