Por la última fecha (25) del Torneo Socios, Godoy Cruz perdió 2 a 1 frente a Racing en el Cilindro de Avellaneda. Acá, el análisis.
Un encuentro que, como sucede desde hace tiempo, tuvo en cancha a más de una versión del Tomba. Con lapsos de dominio y chances desperdiciadas, como también problemas defensivos, puso fin al año con una derrota.
Ni Guillermo Ortíz ni Leonel González dan seguridad en la última línea. Este último, quien tuvo mayor responsabilidad en el gol de Javier Correa, demostró que a pesar de su salida limpia y una conducción que le permite al Tomba enlazar asociaciones con los volantes, el oficio de central es insuficiente cuando el rival exige. Ambos perdieron duelos determinantes durante las jornadas pasadas.
Godoy Cruz, que ya había concretado algunas aproximaciones, luego del gol se recuperó rápido y puso el empate parcial de la mano de Ezequiel Bullaude -asistido con delicadeza por Nelson Acevedo-. Lo poco que generó Racing en el primer tiempo, se difuminó a partir de la igualdad: el Tomba se adueñó del mediocampo y dominó los espacios, materializando 11 remates (el rival solo 4), reflejo del asedio que sufrían los de Avellaneda. No obstante, ninguno modificó el marcador, que cerró en 1-1 al caer el descanso.
Perdonar al de enfrente no resultaría gratis, menos con los problemas defensivos que acarrea el conjunto de Diego Flores. El local se puso arriba nuevamente (doblete de Correa) y el Expreso siguió en la línea de desperdiciar situaciones claras, en consonancia con el complemento para el olvido que vivió Tomás Badaloni, quien además salió expulsado.
Si bien el planteo inicial del entrenador tombino consumó algunas virtudes, remitiéndonse al esquema tradicional que le valió los mejores resultados, otra vez hubo decisiones confusas. Se trató del segundo partido de Juan Espínola en el banco, y Nicolás Sánchez, quien se encontraba bien físicamente, tampoco estuvo desde el arranque: ingresó cuando el contexto era poco favorable y se necesitaba de goles (misma situación que con Talleres).
Sigue en debe Godoy Cruz en los segundos tiempos. Ya terminada la temporada, habrá mucho que trabajar no solo respecto a lo futbolístico, sino también a la gestión criteriosa -entre algodones- del mercado de pases, tanto en materia de refuerzos como de salidas inminentes. La situación dramática del club con la zona de promedios no admite margen de error en la lucha por la permanencia.