En la despedida del campeonato como local, Godoy Cruz repartió unidades con Platense.
Pasada la dolorosa eliminación con Talleres en San Luis, el Tomba recibía al “Calamar” en un duelo clave en vista a los promedios.
Fueron 8 los cambios que Flores hizo con respecto al partido anterior (Leyes, Badaloni y Ramírez repitieron titularidad).
Godoy Cruz arrancó prácticamente con un gol a favor desde el vestuario (después de un pequeño desvío Badaloni marcó el primero a los 7 minutos).
Con un escenario ideal se daban los primeros minutos. Esto duró poco ya que el Expreso fue herido con el arma de siempre (los centros).
Sea dupla o trío de centrales (muchos nombres han estado en estas combinaciones) siempre se sufren los balones aéreos.
Ni el cambio de arquero generó alguna mejoría, Godoy Cruz defiende muy mal los centros y los 2 goles de hoy son otra prueba de ello.
Además, el juego no fue el mejor. Nuevamente se intentó dominar y por un corto período se logró. El ingreso de Acevedo le dio más prolijidad al equipo (aún es inentendible por qué no jugó por copa).
Burgoa se mostró activo y en sus pies llegaba lo más interesante. Estuvo confiado y supo conducir el ataque.
Para el complemento todo se complicó. Otra vez el equipo no se pudo acomodar a las modificaciones de Flores y Platense pasó a ser protagonista (tal fue así que el Calamar pudo haberlo ganado).
Godoy Cruz deja clara su idea en cada encuentro, el problema radica en que es un equipo débil que se doblega fácil. Cuando los rivales le “agarran la mano” todo se vuelve cuesta arriba.
Terminado otro encuentro que deja un mal sabor de boca, es inevitable mirar fijamente la tabla de promedios. Se desperdició otra chance de derrotar a un rival directo por la permanencia y a este torneo le queda nada más que un fin de semana de vida.
Se debe conseguir refuerzos y fortalecer al equipo en los meses de preparación para la próxima temporada, de lo contrario el descenso es un escenario muy posible.