El conjunto de Diego Flores cayó ante Estudiantes de local, en el marco de la fecha 22 del Torneo Socios. En esta nota, un breve análisis de lo que dejó.
Esquema 4-3-3. Leyes de 5 bien definido, y Abrego y Acevedo funcionando como interiores. Así salió a la cancha el elenco de Flores.
A Godoy Cruz le cuesta retomar la naturalidad y continuidad de los ataques verticales con los que tanto lastimó en encuentros anteriores. Por momentos, la salida se torna lenta, las referencias del mediocampo carecen de visibilidad y provoca sensaciones de equipo roto, algo que generalmente, en fútbol, ocurre en los tramos finales de partido, cuando el resultado está en contra. Esto, deja al alcance pérdidas de pelota y dominio rival.
En las ocasiones que el Expreso logra sortear esas falencias, construye situaciones como la del gol de Ojeda: con mucha gente llegando, piezas proyectándose en las bandas u ofreciendo posibilidad de pase para meterla al área.
No obstante, ante Estudiantes falló de manera insólita en la contención de Del Prete y Díaz. Guillermo Ortíz protagonizó dos errores determinantes; primero al dejarle la libertad de disparar a Del Prete, y luego al realizar de modo errático un pase hacia atrás, que le dejó a Díaz la oportunidad de dar vuelta la historia. 1-2 para el Pincha.
Cuando el local disminuyó la intensidad y descansaba favorecido en el marcador, el Tomba se adelantó en el campo. Pero el bajo nivel general, exceptuando casos particulares, pesó más que las intenciones de causar siquiera atisbos de peligro. Incluso, se reestrenó Nicolás Sánchez con la camiseta tombina cuando el tablero marcaba un 1-3 terminante.