Acá. Ahora. Hace 100 años. La edad o el periodo de actividad en el ejercicio de hincha no cargan con demasiada importancia cuando en todo momento se trata de mantener y transmitir la memoria histórica de un club.
Desde el origen de Godoy Cruz como institución el 1 junio de 1921, con el nombre de Club Sportivo Godoy Cruz, el viaje que emprendió el Expreso ni las mejores utopías pudieron medirlo en expectativas. Con el paso del tiempo, cada vez fueron más quienes se subieron a él; personajes de la mayor trascendencia se alternaron entre deportistas, hinchas y dirigentes.
Seguramente, nadie en aquellos inicios hubiese imaginado que de la fusión entre el Club Sportivo Godoy Cruz y el Club Deportivo Bodega Antonio Tomba, de los campeonatos en Primera de Liga Mendocina y del progresivo crecimiento del número de fanáticos, luego de un siglo ya no sólo sería Godoy Cruz una institución deportiva, sino que mutaría a razón y corazón de miles. Ya no sería únicamente conjunto de direcciones y ubicaciones físicas, sino acervo cultural; patrimonio simbólico. Escudo, colores, el bombo y las canciones.
Hay ocasiones en las que el lenguaje tiende a fracasar en el intento de bajar al plano de lo concreto dolores profundos o emociones desbordantes. Lo extraordinario se escapó del lirismo en más de una ocasión. Es probable que sean varios quienes en este día recuerden las copas internacionales -cuatro Libertadores y dos Sudamericanas- que jugó el Tomba, los torneos de Primera División que peleó, y sin aún poder creerlo. De la misma manera será con Santiago García, quien fue el último que pudo sostener la felicidad de los hinchas y todavía es protagonista de la retrospectiva más aflictiva.
Esfuerzos, caídas y hazañas. Un siglo después del paso que inició todo, la historia trasciende lo concebido. Cómo no hacerlo. La inauguración del Feliciano Gambarte en 1959, el arribo del Santos de Pelé, el memorable plantel del Torneo Regional 1994, el ascenso al Nacional B, la primera participación en la máxima categoría; son algunos de los tantos logros. Desde lo que representa el “Loco” Julio, hasta la vuelta a casa.
Las modas son costumbres pasajeras. Van y vienen. Fueron también muchos los que, desde afuera, alguna vez se la adjudicaron al club. Por insuficiencia propia o ignorancia, no entendieron que nunca tuvo relevancia el cuándo; porque siempre estuvieron los mismos. Hoy y hace 100 años. El día es todo tuyo, Club Deportivo Godoy Cruz Antonio Tomba. En tu andar, veo mi andar, y somos los mismos de siempre.