En la culminación de la Superliga, Godoy Cruz se llevó un triunfazo de 2 a 0 frente al equipo de Kudelka en el Estadio Marcelo Bielsa.
Como de costumbre, el Tomba salió a la cancha con el clásico 4-4-2: Rey en el arco, Carrasco, Herrera, Ortiz y Almeida en línea defensiva, Freites, Henríquez, Cartagena y Alanís en el medio y Brunetta con Badaloni al borde del área rival.
Los de Sciacqua hicieron un buen primer tiempo intentando capitalizar al máximo sus habilidades y conociendo sus limitaciones, por lo que acorraló al rival y esperó las señales del desgaste físico. A mediados de los 20′ comenzó a equilibrar el juego y tuvo buenas intenciones, a pesar de las fallas reiteradas que tuvo la banda derecha con Carrasco que por momentos no estuvo atento y Freites que no podía con la marca de Bittolo.
Sin embargo, en el mediocampo se notó una grata mejoría de Henríquez, que anticipó cuanto balón pudo. En otro orden de cosas, Ortiz en la defensa también comenzó bien desde el arranque leyendo las intenciones de los delanteros Leal y Palacios, colaborando con el arquero Rey que tapó de manera extraordinaria los pelotazos que lo amenazaban.
En el segundo tiempo, Sciacqua se vio obligado a realizar el primer cambio al observar una molestia física de Freites que se retiró por Merentiel, pasando este último a jugar como 9 de área, dejando línea de 5 en el mediocampo con Brunetta y Badaloni acompañando.
Posteriormente hizo su ingreso Pizarro por Henríquez en el mismo espacio y finalmente Ferrari por Badaloni. Este último cambio sin dudas tenía la intención de otorgarle solidez defensiva en los últimos minutos para llevarse el triunfo a Mendoza, pero Carrasco hizo lo suyo desde un lateral ejecutado cerca del área que culminó con un bombazo al arco de zurda por parte de Merentiel, que finiquitó el encuentro y se llevó los 3 puntos de manera merecida en el bolsillo a pesar de no contar con la posesión del balón pero sí con la efectividad y con un lema que seguro identificó el encuentro: “Calidad, no cantidad”.