Godoy Cruz consiguió un verdadero triunfazo ante uno de los mejores equipos del fútbol argentino. Fue un sufrido 1-0 en el José Amalfitani contra Vélez Sarsfield y aquí te explicamos el por qué.
El Tomba salió con la idea de ser un equipo compacto y sólido, además de intentar aprovechar las pocas situaciones de gol que se le crucen en el camino. Y esto lo cumplió de manera excelente durante todo el primer tiempo.
El único gol de la tarde llegó por una genialidad de Marcelo Freites, que metió un enganche inimaginable y provocó un penal (al fin). Juan Brunetta lo cambió por gol y, partir de ahí, los dirigidos por Gabriel Heinze comenzaron a desesperarse.
El local jugó uno de los peores 45 minutos en el torneo. No generó situaciones de gol y tampoco se mostraba sólido en defensa. El Gringo los retó en el vestuario y el segundo tiempo fue absolutamente todo lo contrario.
Vélez pasó por arriba a Godoy Cruz. Le entró por todos lados. Algo totalmente esperable de acuerdo a las alineaciones que presentaba cada equipo. El no haber dado vuelta el resultado se puede explicar a través de la poca eficacia de sus delanteros.
El conjunto de Mario Sciacqua se dedicó a defender (mal) y ni siquiera trató de sacar un contraataque en los 51 minutos que se disputaron. De no ser por los palos, la historia sería completamente distinta.
Godoy Cruz tenía que ganar y ganó. Sumó tres puntos más que vitales para la próxima temporada. Pero debe mejorar muchísimo. Está claro que jugando así, perderá más partidos de los que ganará.