Godoy Cruz no levanta cabeza en el torneo y la preocupación es cada vez mayor. El cuerpo técnico y los hinchas esperan por los refuerzos que aún no debutan para que puedan ayudar a enderezar el barco.
Jaime Ayoví llegó hace ya diez días a Mendoza y esta trabajando para ponerse a punto. El jugador sufrió la dificultad con el cambio de horario donde le costo mucho descansar los primeros días en la provincia. Por lo tanto, Sciacqua decidió esperar un poco más para que el ecuatoriano se sienta mejor y pueda tomar un poco más de ritmo.
La realidad es que el equipo lo necesita y se espera que el próximo lunes frente a Huracán el jugador esté presente, al menos, en el banco de suplentes.
Wilder Cartagena llegó con las expectativas de cubrir un mediocampo que hoy parece desolado, con jugadores en un muy bajo nivel como Andrada y Henríquez. El peruano no estaba al cien en lo físico. En estas semanas ha estado trabajando para poder formarte de los once.
Además del traumatismo, le salieron unas ampollas en la plante del pie que le impidieron trabajar con normalidad los últimos días. Sin embargo, se espera que el lunes pueda ocupar un lugar entre los concentrados dependiendo de su evolución en la semana.
Por último, Enzo Ybañez en el partido frente a River se fisuró el quinto metartasiano. Los médicos informaron que iba a recuperarse en dos semanas, por lo que frente al “Globo” podría volver a ocupar un lugar en el equipo inicial.
Todo parece cuesta arriba para este Godoy Cruz, el mercado de pases parecía ser de los mejores desde que está en Primera, pero los refuerzos llegaron la última semana y con muy poco rodaje. Además, no pudo cerrar algunos jugadores más en la mitad de la cancha donde hoy es el principal problema que muestra el equipo.