Godoy Cruz volvió a caer en esta Superliga de la mano de Marcelo Gómez. Con 4 derrotas, y 1 victoria, “El Negro” destruyó todo lo construído por Diego Davobe. Fue 3-0. En el Cilindro. Otro papelón.
En las cuatro derrotas cosechadas por el entrenador surgido de Vélez, se vió un factor común. Un equipo antipático, que no transmitió nada. También, como común denominador, las inentendibles modificaciones durante el partido.
Desde la polémica frase, “El segundo fue lapidario y se terminó de cerrar el partido, es duro que se haya terminado el partido en el primer tiempo.” Godoy Cruz no fue el mismo. Y, está claro. Si desde el banco se ve la imagen de un entrenador que entiende un 2-0 lapidario en el primer tiempo jugando de local, no hay más que decir.
También, debemos hablar de la falta de posesión del balón. Con 30% de posesión en todos los partidos, es difícil hacer daño al rival. Con Godoy Cruz tan acostumbrado a tener una posesión alta, es un golpe a nuestro paladar futbolístico estos porcentajes.
Con 13 goles en contra, y solo 3 a favor en La Era Gómez, está más que claro que los jugadores no entienden la idea del entrenador. No hay tiempos, no hay lapsos. El Expreso de Marcelo Gómez, debe recuperarse de manera rápida de este letargo. Parece ser que ya no habrá más oportunidades para un entrenador que no está a la altura de la institución más grande del oeste argentino.