No alcanzas las palabras para describir el semestre que tuvo Santiago García. Sus números y actuaciones lo avalan. Por eso, se ganó el respeto de todo el fútbol argentino.
El uruguayo disputó 15 partidos en lo que va del año: solamente faltó contra Arsenal por suspensión. Marcó 13 goles y fue figura casi todos los fines de semana. Logró una efectividad tremenda que no suele verse en Sudamérica.
Y no es que hizo goles para decorar un resultado. La mayoría de sus anotaciones fueron para lograr puntos en la pelea por ingresar a la Libertadores y por el título. Por ejemplo, marcó agónicamente ante Talleres y Colón en tiempo de descuento.
Hoy se fue ovacionado por el hincha de Godoy Cruz, que teme que haya sido el último partido del Montevideano con la casaca tombina. Lo cierto es que ser el capitán y líder del equipo no le pesó para nada.
Ahora, habrá que esperar qué pasa en el mercado de pases. En el medio, el goleador de la Superliga (17) tendrá que ver el Mundial desde su casa. Una de tantas injusticias del fútbol.