Sobre la hora, Godoy Cruz venció 2 a 1 a Colón con goles de Tomás Cardona y Santiago García, y dio un paso gigante pensando en la clasificación a la próxima Copa Libertadores. Sin jugar bien, el Tomba dejó los tres puntos en Mendoza ante un rival directo. A lo Tomba.
Era una nueva final, por lo tanto, debía jugarse como tal. El marco, no podía ser la excepción y la gente tombino se acercó al Malvinas Argentinas en gran número, respetando el minuto de silencio y bajando el telón, muy acorde al día que es tan especial para todos los argentinos.
En el comienzo, ambos equipos se estudiaban los movimientos. Por instantes, el Bodeguero se hacía dueño del balón con total serenidad, sin embargo, el Sabalero también tuvo sus ratos de posesión. A pesar de tener la pelota, ninguno lograba inquietar al otro, salvo con algún remate desde larga distancia.
Cuando los de Diego Dabove se encontraban en el mejor momento, lograrían romper el marcador. A los 28’, Pol Fernández sacó un tiro de esquina rasante al primer palo, el balón sorprendió a Alexander Domínguez y se estrelló en el palo, pero ahí estaba Tomás Cardona para empujarla y estampar el 1 a 0.
A partir de ahí, la visita creció, sintió el golpe, y salió en busca del empate a toda costa. Adelantando las líneas defensivas y abriendo la cancha, supo como encender las alarmas del local. Así, llegarían varias ocasiones peligrosas con disparos de Estigarribia y Alan Ruíz, pero nada concreto.
En el amanecer del complemento, ningún equipo podía imponer su juego. Trabado, estático, parado, así era el partido. Recién cuando transcurrían 20 minutos de la segunda parte, los dirigidos por Eduardo Domínguez pisarían el área con una palomita de Diego Vera- recién ingresado-, pero Burián estaba atento para tranquilizar las aguas.
El Sabalero se adueñó del balón, le cortó los circuitos de juego del Bodeguero, y este lo sintió. El elenco mendocino no podía conectar en corto los pases, y terminaba sufriendo, porque la visita estaba muy enfocada en conseguir el empate, por lo tanto, solo aguantaba la arremetida, pero no contragolpeaba con eficacia.
Era sabido, si Godoy Cruz seguía jugando de esa manera, Colón iba a conseguir el empate. Esto terminaría pasando a los 33’, un pelotazo largo, Vera la aguantó, y se la sirvió a Chancalay, quien sacó un remate esquinado inatajable para el portero bodeguero. 1 a 1.
El final del partido iba a ser para el infarto. Ambos equipos ya estaban partidos al medio, pero saldrían con todo en busca de la victoria. Un ida y vuelta sin fin. Desgastado, parecía que estaba sin respuestas, pero el Morro siempre tiene un as bajo la manga. En una de las últimas, una corrida de Ángel González, una asistencia a la carrera de Santiago García, y este la mandó a guardar para que explote el estadio.
Un triunfazo vital en la lucha por clasificar a la próxima Copa Libertadores. Se habían dados casi todos los resultados, había que ganar, como sea, cueste lo que cueste, y se ganó. Con más corazón que juego bonito, con el empuje necesario para asegurar los tres puntos y dejarlos bien guardados en Mendoza. “No está muerto quien pelea”, y el Tomba de Dabove está mas vivo que nunca.