Por la undécima fecha de la Liga Mendocina, Godoy Cruz cayó 3 a 1 ante Andes Talleres en el clásico barrial. En un partido para el olvido, el Tombita terminó con 8 jugadores.
A pesar de que los hinchas bodegueros miran para otro lado en busca de un rival acorde a su categoría, para los simpatizantes azulgranas el barrio no se olvida.
El cotejo comenzó parejo, con ambos equipos luchando el balón en la mitad de cancha. La primera relevancia ocurrió a los 21’ del primer tiempo, con un dudoso penal pitado por el árbitro. El arquero, Juan Cruz Bolado, fue el encargado de la ejecución para adelantar al Expreso.
Sin embargo, la reacción del Matador fue veloz y efectiva para igualar el marcador. Fabricio Andino desde afuera del área pondría el 1 a 1, aunque existían dos jugadores azulgranas en posición fuera de juego, el árbitro hizo caso omiso.
El empate consistió en una inyección anímica en el Tallarín, que fue en busca del segundo tanto, y lo consiguió a los 32’ de la mano de Matías Brandi, quien con una volea descolocó al portero tombino. El local era más en el terreno de juego y lo sabía, por eso no se quedó conforme con la poca diferencia. Diez minutos más tarde, Juan March de tiro penal agrandaría la brecha en el resultado. Desazón en los dirigidos por José Guardia.
Antes de irse al descanso, el Bodeguero seguía cosechando malas noticias. Nicolás Bazán y Tomás Lucero se irían expulsados para dejar al equipo con 9 jugadores. Como si fuera poco, Federico Palleres vería la tarjeta roja minutos después. El dominio prosiguió durante lo que restaba del encuentro. Para Andes Talleres, fue un trámite.
Paupérrima presentación del Tombita que no hizo pie en todo el partido y sigue sin parecerse al equipo que llegó a la final la campaña anterior. Los resultados no le sonríen al Expreso, que lleva 5 partidos sin ver la victoria. Cosechó cuatro derrotas frente a La Consulta, Rodeo del Medio, Centro de Empleados de Comercio y Andes Talleres, además del empate ante Gimnasia y Esgrima. Las expectativas que se tenían este año, caen en picada partido a partido. Es el momento de barajar y dar de nuevo, lo antes posible.