Godoy Cruz estuvo a menos de diez minutos de llevarse los 3 puntos del “Cilindro de Avellaneda”, resultado que hubiese sido bastante injusto. Todas las situaciones de gol fueron de Racing y todos los errores de la visita.
En los tres partidos disputados por el “Tomba”, el técnico dispuso de un 4-1-4-1, aunque con muchas variantes tácticas. Para el partido de hoy, sorprendió a todos con la inclusión de un defensor central más para formar un 5-4-1 bien marcado.
De por sí, el planteo era casi inentendible. Hay que recordar que el equipo contaba con las bajas de dos jugadores claves: Gastón Giménez y Guillermo Fernández. En vez de cambiar pieza por pieza, optó por modificar de sistema cuando con el habitual había cosechado buenos partidos y mejores resultados.
El partido comenzó y Godoy Cruz se mostraba demasiado atrás y estático. Solo importaba marcar, aunque lo hacían mal. Le cedió de manera innecesaria el balón y el campo a un Racing que venía sin poder generar mucho juego y con la ausencia de Marcos Acuña.
El equipo no defendía ya que cada ataque de la “Academia” era un puñal en el corazón, aunque apareció Rodrigo Rey para sostener el empate. Pero increíblemente tampoco atacaba, ya que cada balón que recuperaba en defensa lo dividía y perdía muy rápidamente la posesión del mismo sin poder contragolpear.
Fue un primer tiempo para el olvido en el que si se encontraba por dos o tres goles abajo en el marcador, nadie podía decir nada. En la segunda etapa salió con otra cara e hizo el gol en una de las dos situaciones de peligro que generó en todo el partido.
El equipo parecía mejor parado y más motivado, pero volvió a cederle la pelota a Racing justo en su peor momento para darle vida. Se metió atrás y seguía sufriendo. El cambio era casi cantado: Nicolás Sánchez o Gabriel Carabajal por Sebastián Olivarez (amonestado y de mal partido) para manejar la pelota y defenderse con ella para dejar de sufrir.
Luego, dos errores defensivos terminaron reflejando en el resultado lo que fue el juego colectivo de Godoy Cruz en Avellaneda. El empate ya era inmerecido, pero lo perdió en el tiempo adicional.
Hasta el momento Lucas Bernardi, quien no reconoció que se equivocó en el planteo, demostró tener dos caras. O sorprende para bien, o sorprende para mal con los equipos que para en cancha. Pone jugadores en posiciones no habituales para ellos, cambia la defensa en el mejor momento y saca del once titular a Ángel González, el jugador más punzante en ataque.
El hincha de Godoy Cruz espera que el pésimo encuentro de hoy sirva para que el entrenador siga con los cuatro defensores en el fondo y pueble la mitad de la cancha y la delantera para salir a buscar los partidos.