Sebastián Méndez mandó a la cancha a Javier Correa a los 33 minutos del segundo tiempo para intentar levantar un partido que parecía írsele de las manos a Godoy Cruz. El cordobés reemplazó al juvenil a Andrada por lo que el equipo quedó totalmente posado en ataque.
Dos minutos después de haber ingresado el 9 remató de media distancia pero no pudo quebrantar la resistencia de Guillermo Sara. A los 37 minutos, en su segunda intervención y luego de una asistencia perfecta de Santiago García, quedó cara a cara con el arquero de Boca y con una definición de manual estampó el empate del partido.
El delantero se mostró enchufadísimo y fue vital para la rápida recuperación del equipo. En sus pocos minutos en cancha, dio una clara demostración de por qué le ganó la pulseada a Juan Garro y Maximiliano Sigales y fue al banco de relevos siendo el tercer delantero del equipo detrás de Ayoví y García.
Seguramente será una nota positiva para el técnico que sabe que tiene un delantero contundente esperando su chance de jugar en el equipo.