Ganar un clásico representa algo más que tres puntos y una victoria: es poner en lo más alto del podio al equipo superior, al más grande.
En la tarde del sábado, fue Godoy Cruz quien se instaló en ese lugar revalidando el título del mejor de Cuyo, dejando además como saldos positivos el debut en Primera División de Henríquez y Cobos.
Facundo, el mendocino que hizo su presentación en la máxima categoría del fútbol argentino en un partido tan importante, hizo hincapié en su lucha por llegar a donde está hoy, ya que viene de jugar en el ascenso y después de dos años está cumpliendo una de sus metas.
Fuera del vestuario confió su palabra a Bodegue, y comentó: “En la semana me aconsejaron que jugara tranquilo, me hicieron sentir muy cómodo diciéndome que venía haciendo las cosas bien y por eso el técnico me puso fichas. El Gallego me felicitó cuando terminó el partido y estoy muy contento porque pude retribuirle la confianza y demostrarle que estoy para cuando me necesite”.
Con respecto al partido, “padecimos la falta de definición, en ésta instancia todo se sufre un poco más. No teníamos que cometer faltas porque ellos tenían un buen nueve, y abusar del foul en el área hacía que él cabeceara y nos dejara complicados. No tuvimos una buena tarde, y aunque es lo que queremos, a veces no se puede jugar bien”, sentenció.
Lejos de olvidar que faltan cuatro finales, Cobos manifestó su ansiedad por que llegue el momento de enfrentar a Arsenal: “La verdad que tendríamos que estar cómodos y disfrutar el presente, pero el fútbol es así, no podés regocijarte ni cuando estás en lo más alto. Sabemos que estamos muy cerca y a la vez muy lejos, ya que si perdés un partido quedas relegado de la punta, pero tengo la seguridad de que vamos a luchar hasta el final”.