El Expreso empató 2 a 2 con Palmeiras por el partido ida de Copa Libertadores, y este resultado dejó un sabor agridulce acompañado de esperanzas de cara al partido de vuelta en el Allianz Arena.
El primer acto dejó al Estadio Malvinas Argentinas anonadado, hubo tres goles y se hizo un partido entretenido para el espectáculo. Hasta el 2-0 el partido fue soñado para los dirigidos por Bernardi, y luego llegó el descuento del Verdao.
El antes del penal efectuado por el Morro García el partido parecía de ensueño, pero no todo siempre va a salir tan bien. El tiro desde los doce pasos errados por García hizo crecer al rival que ya venía siendo superior al Bodeguero desde el 2-1.
Este primer tiempo de Godoy Cruz fue brillante, golpeó en los momentos claves, y más allá de la excepcional primera parte del goleador, Santiago García, se vieron actitudes en el equipo que fueron cruciales para irse al descanso arriba en el score.
En el arranque del segundo tiempo el Tomba se mostró más débil que en los primeros 45 minutos, y el Palmeiras de Scolari creció hasta poder empatar el encuentro. El equipo de Bernardi hizo agua en todas las porciones del terreno de juego, y casi lo perdió.
Todo está por verse y no está muerto quien pelea. El único resultado que le sirve al Bodegué es ganar, como sea, pero ganar. Está claro que este equipo dejó todo lo que tenía en el terreno de juego, y más no se puede pedir. Esto es por la ausencia de distintos factores que van desde lo futbolístico hasta no traer nombres que sepan jugar esta especie de partidos.