Luego de un turbulento empate ante Tigre en el Malvinas Argentinas, Godoy Cruz debía de visitar a Arsenal en un encuentro muy importante de cara a los promedios.
Como de costumbre, a pesar de negar esta condición, Walter Daniel Oldrá sería el “bombero” de este equipo. Tomó el mando provisorio del plantel con ayuda de viejos conocidos (Nelson Ibáñez, Nicolás Olmedo, Marcelo Marcucci y Guillermo Franco).
Importantes cambios haría el ídolo tombino. Meli ingresó en lugar del expulsado Galdames, Andrada vuelve a la titularidad (salió Leyes) y Ulariaga disfrutaría de su primera titularidad en el torneo (entró por Conechny).
El 4-3-1-2/4-4-2 del “Gato” quedó de la siguiente forma: D.Rodríguez; Arce, Barrios, Rasmussen, Meli; Fernández, Andrada, Abrego; López Muñoz; Ulariaga y S.Rodríguez.
Primer tiempo
No solo hubo modificaciones en el dibujo. Oldrá decidió que el equipo espere en mitad de cancha (a diferencia de la presión de Flores), un notable nexo en López Muñoz y doble punta bien marcado.
Planteo más clásico del entrenador interino, táctica cerca de las bases (debido a los gustos del Gato y del poco tiempo de trabajo que tiene) con la intención de ser un equipo simple pero compacto.
A pesar de ello, ambos equipos saltaron al campo de juego con una idea similar por lo que casi no hubo situaciones de riesgo de parte de la visita. Lo único a destacar (lamentablemente) fueron las lesiones de Andrada y Ulariaga, primero el volante y luego el delantero sintieron fuertes dolores que no les permitieron continuar.
Notable preocupación en el banco tombino debido a que Andrada es propenso a lesionas y Ulariaga ha sufrido 2 roturas de ligamentos (esta molestia también fue en su rodilla operada). En su lugar, ingresaron Leyes y Larrosa (se realizaron ambas en la misma ventana).
Para coronar el mal momento, Adrián Sporle (muchos lo tendrán en su memoria) convirtió de cabeza y puso a su equipo en lo alto del marcador cuando faltaban 5 minutos para el final de la primera parte. El último cuarto de hora fue desolador para el Expreso.
Para el final se decidió salir a presionar la salida del local, aunque esto fue muy desordenado por lo que el “Arse” no se complicaba demasiado. Y así terminó este tramo del juego, Godoy Cruz apenas pudo mejorar en los instantes culminantes y bajó a vestuarios con un panorama complicado.
Segundo tiempo
Para afrontar el complemento, llegó otra doble modificación. Salomón Rodríguez quedó en el vestuario y entró Tadeo Allende y Gonzalo Abrego se retiró para el regreso de Matías Ramírez.
Aquel atractivo 4-3-1-2 que había dibujado Oldrá desde el arranque se destruyó debido a los cambios. Retomamos el ya conocido 4-3-3 con: Rodríguez; Arce, Barrios, Rasmussen, Meli; Fernández, Leyes, López Muñoz; Allende, Larrosa y Ramírez.
La idea del Gato era explotar la banda con la velocidad de los que ingresaron y dejar en el medio a Larrosa (de 9) y López como media punta. Ante la imposibilidad de dominar desde la tenencia, la nueva idea era ser más explosivo e incomodar rápido al rival.
Como el local decidó esperar en su sector, Allende se cerró para jugar más de punta y se buscaba cerrar el juego desde los carriles. De a poco se acercaba el Tomba pero no podía romper la última línea del Viaducto.
Hasta que, por obra y gracia de un penal tan claro como absurdo, Diego “Ruso” Rodríguez pateó de forma exquisita y anotó el empate parcial. Y por parcial me refiero a momentáneo, ya que a los segundos llegó un “bochazo” de otro partido y el dueño de casa quedó en ventaja.
Pero esto no sería lo último (ni mucho menos) de la tarde. Luego de un tiro de esquina ejecutado por Ramírez, Peña Biafore empató el trámite en un desvío y el gol en contra le daba aire al Tomba.
Y segundos después, Allende (de floja actuación) pudo dar vuelta el resultado al definir de forma precisa un pase exquisito de larga distancia de Leyes. En un momento de desorden total, Godoy Cruz supo sacar ventaja de lo impreciso del partido.
Y de esa forma finalizó el encuentro. Muy poco fútbol pero con victoria, y en momentos críticos eso es lo más importante.
Conclusiones
Es evidente que no se pueden solucionar todos los problemas en pocos días, muchos inconvenientes fueron evidentes durante el desarrollo del juego y (sea Oldrá o cualquier otro) se debe comenzar a trabajar en encontrar una solución.
Mientras eso sucede, este triunfo es vital para poder atravesar el día a día con tranquilidad (al menos hasta el lunes) y relajar un poco los ánimos luego de todo lo que ha pasado esta semana en el mundo Godoy Cruz.
A pesar de la victoria, pocas actuaciones destacables. Buen partido de López Muñoz, positivo ingreso de Ramírez, destellos de Fernández y poco más. El resto del equipo estuvo muy flojo y hay niveles individuales que causan alerta.
Allende fue totalmente errático hasta el gol, Leyes tuvo muy pocos aciertos (afortunadamente uno fue una asistencia perfecta), Larrosa no pudo sumar en ofensiva, Abrego tuvo una tarde para el olvido y así podría seguir con varios nombres propios.
Hoy el cómo no importaba, había que ganar y eso es lo importante. El objetivo se logró, Oldrá consiguió darle vida a un conjunto tambaleante. Ahora la dirigencia deberá moverse rápido y conseguir el hombre indicado (de una buena vez) que pueda enderezar el rumbo y armar un proyecto.