En la reanudación de la décimo tercera fecha de la Liga Profesional, Godoy Cruz visitaba Vicente López con la tarea de vencer a su verdugo en la Copa de la Liga pasada, Platense.
Luego de una semana complicada para el mundo Godoy Cruz, el hincha mostró un malestar generalizado, en base a las últimas presentaciones de su equipo. Es por esto que Daniel Oldrá decidió algunos cambios respecto al once que cayó frente a Talleres en el Malvinas Argentinas.
Con un inestable 4-3-1-2, saltaron a la cancha: Petroli; Barrios, Rassmusen, Mendoza, Morán; Ardiles, Poggi, Pérez, Ábrego; Barrea y Rodríguez.
PRIMER TIEMPO
El comienzo se tornó muy disputado, con imprecisiones de ambos lados, aunque el “Calamar” era un poco más claro en sus intenciones. Con Leonel Picco comandando el armado del juego y Ronaldo Martínez desequilibrando, primero por la banda izquierda y después por derecha, el equipo de la dupla se plantaba mejor en el ida y vuelta.
Por el lado de la visita daba la impresión de que convenía no tener demasiado el balón, sino buscar algún contraataque, ya que los propios errores eran peligrosos de cara al arco de Franco Petroli.
Con el juego largo como arma principal, Godoy Cruz no conseguía juntar pases claros en el mediocampo. El juego se entorpecía y era cortado por la ineficacia de los jugadores a la hora de pasarle la pelota a sus compañeros.
El primer tiempo se diluyó sin pena ni gloria para el Tomba, que además, pudo haberse ido en desventaja al descanso luego de que Pier Barrios cometa un grotesco penal ante la marca de Pellegrino. Sin embargo, Franco Petroli apareció sobre el final y atajó la pena máxima para mantener el cero y comenzar a redondear otra destacada actuación.
SEGUNDO TIEMPO
Al comienzo del complemento, Daniel Oldrá decidió poner a Facundo Altamira y Santino Andino en reemplazo de Facundo Ardiles y el amonestado Daniel Barrea.
Godoy Cruz fue de menos a más. Los cambios le dieron mayor productividad en ataque, sumado al ingreso de Toto Pozzo que brindó mayor claridad a la hora de repartir pases.
Los flojos rendimientos de Ábrego y Poggi hicieron cuesta arriba el andar del equipo, que pese a ser mejor que el rival en el sehundo tiempo, estuvo lejos de generar peligro bajo el arco de Juan Pablo Cozzani.
Sobre el final Platense se hizo fuerte y se quedó con el triunfo por Ignacio Schor. No hay que pasar por alto que el conjunto de Vicente López cortó una racha de 405 minutos sin convertir goles.
Con esta derrota, Godoy Cruz practicamente se despide de la próxima Copa Libertadores y solo un milagro (anímico) lo hará resurgir y aguantar en zona de Sudamericana.
Lejos de analizar el retorno al plano internacional, el bajo rendimiento del equipo es grave y hoy solo queda aferrarse a un milagro. Pero por sobre todo, Godoy Cruz debe volver a las raíces, y desde el juego y el contagio, encontrar su identidad nuevamente.