A pesar de hacer un buen partido en la Bombonera, Godoy Cruz cayó por 4-1 frente a Boca. El Expreso comenzó ganando el partido pero su rival no tardó en reaccionar y lo terminó dando vuelta con soltura.
Tal y como lo había prometido Mauricio Larriera en la semana previa al encuentro, Godoy Cruz salió a la cancha con la idea de ser el protagonista del partido. El Tomba adelantó sus líneas y apostó por agrupar muchos jugadores en terreno rival, presionado la salida de Boca e intentado generar juego por los costados con la subida de los laterales.
El problema fue que el equipo local se siente muy cómodo con este tipo de planteos, ya que para Boca no supone un alto riesgo encarar este tipo de partidos si se tiene en cuenta los recursos con los que cuenta para estos intercambios de palo y palo. Sin lugar a dudas lo que más pesó fue la diferencia de jerarquía que hay entre ambos equipos.
Godoy Cruz no hizo un mal partido pero terminó pagando caro las carencias defensivas de la última línea y la falta de efectividad en jugadas claves.
Mauricio Larriera tendrá que trabajar para encontrar un equilibrio entre la defensa y el mediocampo, donde más se nota esta falencia es a la hora en la que se repliegan laterales y volantes para defender.
Justamente ayer en tres de los cuatro goles que hizo Boca se repitió el mismo patrón. Desborde por uno de los costados, mientras Godoy Cruz agrupaba muchos jugadores detrás de la línea de la pelota, facilitando así la llegada de los volantes para finiquitar por dentro lo que se genera por afuera.
En la secuencia del segundo gol de Pablo Pérez estos errores quedan evidenciados: