
Esta tarde de domingo, Godoy Cruz mantenía la tarea de visitar al peor equipo del campeonato, Gimnasia y Esgrima de La Plata.
En un contexto adverso, donde no acompaña la situación institucional ni la deportiva, Pedernera y compañía (con algunos cambios de por medio), paró en la cancha a: Petroli; Rossi, Rassmusen, Arce, Meli; Poggi, Leyes, Fernández; Altamira, Yañez y Parzajuk.
Mientras que el Tripero, a la espera de Diego Flores como director técnico, llegaba con alguna presión, después de tres derrotas consecutivas qué ponían en jaque su presente.
PRIMER TIEMPO
El comienzo del partido tuvo al elenco de Pedernera mostrando mucha intensidad. Sumado a buenas asociaciones, Godoy Cruz fue el protagonista de los primeros minutos.
Con el Indio Fernández como eje del juego, el equipo comenzó a emboscar al Lobo, a quien le entraban por las dos bandas, con una importante trabajo de Juan Meli llegando a línea final e incluso rematando al arco en alguna oportunidad.
Por su parte, Bastián Yañez también aportó cierta peligrosidad en ataque, sin embargo careció de precisión a la hora de lanzar centros.
En su mejor momento, la visita padeció un gol que le costaría sacarse de encima más adelante.
A partir del tanto de Morales, el Tomba perdió todo lo bueno que había creado hasta ese momento.
Lo de Arce por la banda izquierda ya es indefendible, y por derecha, Meli con algo más de personalidad (aunque muy errático), parece hacerse muy fácilmente con el puesto.
SEGUNDO TIEMPO
De entrada, Pedernera pateó el tablero y mandó a la cancha a: Pozzo, Dupuy y Pérez en lugar de Poggi, Altamira y Parzajuk respectivamente.
El complemento no cambió demasiado, Godoy Cruz vuelve a ser un equipo que se queda en intenciones. Intenciones que de nada sirven, que se quedan en tibieza y liviandad.
El tándem Pozzo/Pérez, aunque un poco más ofensivo, fue casi igual de improductivo qué Poggi/Leyes. A veces se juega con una liviandad sorprendente, donde entra el cuestionamiento acerca de si el jugador comprende lo que significa representar a esta institución.
A Parzajuk le tocó ser víctima de una “idea” (si es que se le puede llamar así) que no lo abastece de centros ni de chances claras.
CONCLUSION
Finalmente el Lobo goleó a Godoy Cruz y evidenció aún más todas las falencias del club mendocino. Las pasadas, donde se incluyen pésimos manejos dirigenciales a la hora de armar una estructura sólida y competitiva a sabiendas del año que llegaba. Y las actuales, donde Ernesto Pedernera seguramente dará un paso al costado y dejará (no por culpa suya) a la deriva un falso proyecto que deja al Tomba en una situación complicada de cara al futuro.