“Entrá y hacé el gol”, le dijo Sebastián Méndez a Javier Correa. Y cumplió. En el minuto 39 del segundo tiempo el delantero ingresó suplantando a Jaime Ayoví y liquidó el encuentro en el último minuto de juego.
El ex Instituto ya había complacido al DT cuando entró en los minutos finales contra Boca, en el Malvinas Argentinas, y empató el encuentro con una gran definición. Parece ser el delantero “bombero” que tiene el plantel, ya que cada vez que Godoy Cruz necesita empatar, ganar o liquidar un partido, salta a la cancha.
Esta no fue la excepción: el “Tomba” no jugaba bien a pesar de tener un hombre más que Belgrano y sufría los intentos de ataques cordobeses. En la última jugada del encuentro, Bonacorso se sacó la pelota de encima para no generar problemas en defensa y la tiró al campo contrario. Javier Correa le ganó la posición a Mario Bolatti, ya fundido, y quedó cara a cara con Olave.
El 9 se perfiló para la zurda, enganchó para su pierna más hábil y volvió a enganchar para “la de palo”, dejando en el piso al volante y al arquero, en su intento de bloquear el disparo. Con una categoría inmensa, pinchó el balón sobre el arquero rendido y festejó con un baile particular.
Luego, fue directo a abrazar al técnico, que con mucha razón le pidió que entre y le dé fin a un partido complicado para asegurar la tercera victoria de Godoy Cruz en el torneo.