Godoy Cruz perdió ante Vélez en el estadio José Amalfitani, y reivindicó el flojo presente que carga en el Torneo Socios. Por la novena fecha de la competencia, Mancuello, Breitenbruch (e/c) y Bouzat, se encargaron de sentenciar el 3 a 0.
En la primera parte, el Tomba estuvo impreciso en los pases y no pudo concretar situaciones claras. Además, cuando Vélez atacó, consiguió lastimar fácilmente y Juan Espínola poco a poco se volvió crucial para impedir que el local metiera la pelota dentro del arco, pese al fallo escalonado en defensa en el primer gol del encuentro.
El visitante careció del rol de Nélson Acevedo en el armado de juego, Sebastián Lomónaco y Martin Ojeda no pudieron conectar con Alan Cantero en las verticales, y en consecuencia, Lucas Cháves, el arquero del Fortín, tuvo poca actividad.
La segunda parte continuó con el mismo papel: Sorprende la escasez de ideas en el Tomba. El conjunto de Sebastián Méndez ofreció una pobrísima versión en todas las facetas del juego. En ese marco, el director técnico del visitante apostó a repetir el libreto de siempre, el cambio de nueve por nueve y el sustento del esquema 4-2-3-1. Sólo en el final arriesgó, para remontar, al colocar a Valentín Burgoa por Gonzalo Abrego.
No hubo funcionamiento, ni identidad, y ante la intrascendencia futbolística brillaron por su ausencia las decisiones que intentasen exigir al rival a través de la apuesta por un sistema de juego alternativo o por piezas que en conjunto cambiaran la metodología ofensiva. El Expreso sigue con el proceder de siempre, incluso luego de que los malos rendimientos pesaran más que los momentos de inspiración.