La vuelta de los octavos de final por Copa Libertadores terminó en derrota y eliminación para El Tomba.
Con un arbitraje que nos dejó sin chances, ya que el partido se rompió por aquel penal inexistente inventado para que El Verdao acceda a los cuartos de final.
Pasando a lo que sucedió futbolísticamente, Godoy Cruz jamás se vió superado por un Palmeiras llamativamente nervioso y timorato que parecía inofensivo para un planteo táctico de Bernardi brillante.
Tapó todo tipo de ataque el plantel de Lucas Bernardi pero es entendible que cuando pasan estos sucesos extra futbolísticos el equipo se desordene (expulsión de Agustín Manzur) y empiece a mostrar su lado más débil.
Hasta la adición de 5 minutos al término del segundo tiempo dió continuidad a la inoperancia del referee uruguayo. Ahora a seguir y levantar la cabeza, Godoy Cruz en ningún momento mereció quedarse afuera de esta Copa manchada.