En una noche fatídica en Santiago de Chile, Godoy Cruz igualó 0-0 ante Colo-Colo y quedó eliminado de la Copa Libertadores.
El equipo de Daniel Oldrá no encontró los caminos para emparejar la serie y se vuelve a Mendoza con las manos vacías tras una pobre presentación en el estadio Monumental David Arellano.
El primer tiempo se jugó con temor al error, casi sin arriesgar en pases clave para no perder la pelota. Quizás era la lectura que había que realizar para afrontar los primeros minutos, sin embargo esto persistió a lo largo de los noventa.
Gran actuación de Roberto Fernández. Como de costumbre, el uruguayo se convirtió en la lanza del equipo, siendo quien encaminó cada avance bodeguero.
Tomás Badaloni luchó con mucha energía en el frente de ataque ante dos grandes defensores como Maximiliano Falcón y Alan Saldivia.
Finalmente, Franco Petroli respondió con altura cuando fue llamado a la acción.
Poco más se pudo rescatar del primer tiempo de un conjunto que por momentos parecía olvidar que debía buscar el resultado para avanzar de fase.
Con la salida de Arturo Vidal antes del inicio del complemento, Godoy Cruz se hizo con la posesión de la pelota casi por completo y Colo-Colo se resguardó a la espera de algún contraataque que sentencie la llave.
Pese a que el visitante era quien debía buscar los caminos hacia el arco de Brayan Cortéz, esto no sucedió.
A falta de ideas y de circuito de juego en el mediocampo después de una pobre actuación de los futbolistas que generalmente le dan sagacidad al plantel, Daniel Oldrá metió mano y así aparecieron los ingresos de Barrea, Poggi, Pino, Leyes y Ulariaga. Luego de esto, el fútbol fue nulo y el Tomba buscó de alguna manera milagrosa (sin juego), la igualdad por vía aérea.
Lo curioso fue que el equipo nunca fue capaz de inquietar el arco rival. Siendo la única oportunidad clara de gol en el segundo tiempo la volea de Tomás Conechny dentro del área. Desde lo actitudinal fue superior el “Albo”.
No quedan dudas de que la inexperiencia en muchos futbolistas pasó factura en la ida (y en menor medida en la vuelta). Quedará la bronca porque el rival no era invencible. En la llave se pudo observar que Godoy Cruz fue víctima de sus propias limitaciones y en este tipo de copas es donde se refleja cada una de esas falencias que en la Copa de la Liga parecían no existir.
Lejos de críticas, queda por destacar el trayecto que transitó Godoy Cruz desde el 2022 hasta este punto final. Esta copa fue un premio al esfuerzo de cada una de las personas que conforman al único grande del oeste argentino. El barrio volverá a ser internacional y para entonces el pueblo bodeguero seguirá en la tribuna, ya sea en Mendoza o en cada rincón de sudamerica.