Se caía de maduro. Separado del plantel, Gabriel Carabajal abandonó Mendoza y emigró a la vecina provincia de San Juan para jugar en San Martín.
Sin lugar en el plantel de Primera División y con la decisión tomada por parte de la CD, que debía buscar nuevos rumbos, el cordobés no perdió el tiempo y fichó por el equipo sanjuanino. Godoy Cruz, dueño del 50% de su pase, cedió al volante a préstamo por 1 año sin opción de compra.
Recordamos que el ex Talleres, llegó a la institución a principios de 2016, cuando el ‘Gallego’ Méndez era el entrenador. Tuvo un comienzo de campeonato sorprendente, donde se dio el lujo de convertir dos goles consecutivos. El primero, un golazo a River en el Monumental, dándole el triunfo 2-1 al Tomba; y luego facturaría en la goleada sobre Colon por 4-1.
Pero 3 fechas más tarde (vs Sarmiento), en una acción desafortunada, fue a trabar con todo y tuvo que dejar la cancha con un traumatismo en su tobillo, que lo marginó de las canchas por el resto del torneo.
En la temporada 2016/2017 apenas pudo sumar minutos. En la primera parte del campeonato jugó en 7 partidos, de los cuales en 6 ingresó desde el banco y en solamente 1 fue titular. Este último semestre con Lucas Bernardi al mando del equipo, comenzó en la reserva y luego llegó a jugar solo 2 encuentros, frente a Colón ingresó en el inicio del complemento; y en Brasil, ante Atlético Mineiro, jugó los 90 minutos.
El entrenador ex Newells, volvió a relegarlo al equipo de reserva, pero esta vez, el volante se negó a jugar en dicha categoría y el DT de turno ‘lo borró’.
Pasando en limpio sus números con la camiseta del Tomba, en un año y medio, Gabriel Carabajal disputó 16 partidos, alternando titularidad y suplencia; convirtió 2 goles; fue amonestado en 3 ocasiones; y no sufrió expulsiones. Un paso sin pena ni gloria.
La sorpresa que no fue o no pudo ser. Sin dudas que su lesión le jugó una mala pasada y no le permitió volver a ser el de los primeros partidos. Dentro de un año tendrá la posibilidad de ponerse nuevamente la casaca del ‘Expreso’. ¿Tendrá revancha? ¿O será un nuevo caso como el de Daniel González?