Atrás dejamos el empate repleto de goles ante Lanús en el Malvinas Argentinas. El triunvirato técnico arribó al norte del país con la dura tarea de vencer a un equipo que de local se hace fuerte (4 partidos sin derrotas y solo 1 gol en contra).
Oldrá, Olmedo e Ibáñez plantearon un esquema similar al del último encuentro pero con 2 modificaciones, Galdames vuelve al 11 titular en lugar de Rasmussen (con molestias en su rodilla izquierda) y Conechny también regresó al tomar el puesto de Nicolás Fernández.
El equipo que saltó al Madres de Ciudades fue: D. Rodríguez; Arce, Barrios, Galdames, Meli; Leyes, Abrego, López Muñoz; Allende, Conechny y S. Rodríguez.
Primer tiempo
Poco y nada ofrecía el encuentro a sus espectadores durante todo este fragmento. Madelón notó que la banda izquierda es una debilidad del Tomba y mandó a sus muchachos a explotar ese sector.
Por su lado, el elenco visitante aguardaba para explotar de contra con el buen pie y la velocidad de los atacantes. El plan inicial fue descargar hacia el medio con Salomón Rodríguez y que este la juegue rápido a las bandas para lastimar con pase al medio.
El “Ferroviario” dominó los primeros 20 minutos, aunque generó nada de peligro. Galdames no cerraba bien la espalda de Meli y allí había un hueco importante.
Pasado ese segmento del partido, Oldrá ajustó las líneas y daría así inicio al dominio bodeguero. Leyes bien de volante central, Abrego en un rol mixto y López Muñoz de galera y bastón para ser el creativo del verde césped.
En los pies del “Sensei” llegaba lo mejor de Godoy Cruz. Cuando el jugador de River amasa la pelota con la suela y se dedica a jugar, es (sin dudas) lo mejor que tiene el trio técnico en cuanto a generación de juego.
Esta pequeña diferencia táctica que sacó el Expreso durante la segunda mitad del primer tiempo, sería lo que iba a marcar la diferencia en el complemento. Hasta entonces, poco y nada en Santiago del Estero.
Segundo tiempo
Y con el silbatazo que inició la segunda etapa llegó lo mejor del club mendocino. El 8 nuestro, a pesar de que Madelón mando a Pittón a realizarle marca personal, estaba imparable y era una máquina de dar buenas pelotas a sus compañeros.
Y tal fue así que, al ratito nada más asistió a Allende y el cordobés hizo lo que mejor sabe hacer al rematar desde media distancia. Luego de una larga sequía, el delantero centro devenido a extremo ha recuperado la senda del gol y ya lleva 3 en 3 partidos jugados.
Caso de análisis el de Allende. No gravita demasiado en el desarrollo de juego, tal vez cuando juega rápido es cuando más explota sus cualidades pero no es determinante en la creación. Más allá de eso, es fundamental en los últimos metros y está fino con su puntería.
Minutos después Oldrá metió mano en el equipo. Ramírez y Fernández a la cancha (salieron Conechny y Salomón) en lo que fue un gran acierto del Gato. Ambos entraron en sintonía pero lo del “Indio” Fernández fue descomunal.
El uruguayo entró bien metido en su labor, asfixiar al sector creativo del conjunto local. Ya con el “Pulga” Rodríguez en cancha, el Ferroviario supo tener algunos minutos de superioridad debido a la continua subida de sus laterales (con el 4-3-3, el tridente de volantes tombinos no daba a basto con las marcas).
Por lo que, desde el banco del Expreso, se entendió rápido la situación y se decidió por el ingreso de Nuñez (salió López Muñoz), Salvareschi (afuera Galdames) y Cingolani (por Leyes). El esquema del Tomba pasó a apoyarse más en las bandas y se anuló toda posibilidad de empate.
Con el rival rendido, Pier Barrios comandó una contra como un mariscal de campo y Nicolás Fernández estampó el segundo de la noche (primero con esta camiseta). Hubo varias situaciones más para incrementar la diferencia pero el resultado ya estaba en la bolsa. Victoria del Expreso.
Conclusiones
Se jugó mejor sin llegar a jugar del todo bien. Godoy Cruz supo ser superior y mostró destellos de buen fútbol, la senda del trabajo es la correcta y los resultados están a la vista.
Partido preponderante de López Muñoz, sin dudas la figura del encuentro. Gran ingreso de Nicolás Fernández que recuperó su buen nivel, buen partido de Allende que supo destrabar el partido, Abrego hizo que todo funcione y destacable labor del silencioso Leyes.
Los jugadores son los que determinan el resultado de un juego, pero cabe resaltar que ayer se gana desde el banco. El tridente supo cuando ajustar y qué modificaciones realizar para torcer el trámite a favor. La batalla táctica fue (sin dudas) para Oldrá-Olmeda-Ibáñez.
En puestos coperos (hasta el momento en que se escribe esta nota) es que el Tomba cierra su participación en la jornada 13. No hay demasiado tiempo para descansar ya que se debe viajar a Junín para enfrentar a otro rival que de local es fuerte. Debemos confiar, hay material.