Godoy Cruz tenía que ganar y ganó. No mucho más. No brilló, no jugó bien y hasta fue superado por Huracán, pero la diferencia la marcó como siempre Santiago García.
El Tomba salió dormido a jugar el primer tiempo y el Globo contó con situaciones claras de gol para ponerse en ventaja, pero falló. Más allá de un tiro de Manzur, el local no generó peligro ni tuvo asociaciones ofensivas.
Pero, como mencioné antes, tiene al Morro. El uruguayo recibió de Merentiel (de buena conducción) y sacó un zurdazo tremendo para anotar el primer tanto de la noche.
Luego, en el segundo, la fórmula cambió y fue Miguel el que quebró la resistencia del arco quemero. Sin embargo, el 18 volvió a ser el partícipe fundamental con una asistencia de tres dedos demostrando toda su jerarquía.
No se puede rescatar mucho más de Godoy Cruz. Quizás se puede destacar la seguridad que transmitieron Rodrigo Rey y, por momentos, Marcelo Herrera y Juan Andrada. Huracán se desinfló y los de Mario Sciacqua no aprovecharon para liquidarlo.
Hablando del DT, se precipitó en las modificaciones y el Tomba terminó jugando con 10 ya que Lomónaco apenas podía arrastrarse por el campo de juego. Casi sobre el final, los de Israel Damonte fueron por su último intento y tuvieron recompensa.
Increíblemente, hizo el 1-2 a los 47′ de la segunda etapa y no lo empató de milagro. Hay muchísimas cosas por corregir y esa tarea la pueden facilitar jugadores como Cartagena, Ayoví y Brunetta. Se ganó un partido importante. No mucho más.