Debido a las modificaciones en el formato de la Copa Libertadores realizadas por la Conmebol, Godoy Cruz se aseguró un lugar en el torneo más importante del continente del próximo año.
Los rezos y pedidos para que Belgrano e Independiente fueran eliminados de la Copa Sudamericana dejaron de tener sentido ya que el campeón de la misma no le quitará un cupo a su país, por lo que el Tomba selló su clasificación. Y si a alguno le quedaban dudas, el Rojo y el Pirata quedaron afuera de la competición en octavos de final y en consecuencia, no podrán disputar la próxima edición de la Copa Libertadores.
Más de cuatro años han pasado de aquella derrota por 4 a 2 en el Estadio Centenario de Montevideo contra Peñarol, en lo que fue el último partido disputado en este certamen, en el 2012. Más de cuatro años sin sentir esa inmensa e inexplicable felicidad por jugar contra los mejores del continente.
Y si vamos más atrás en el tiempo, 5 años y 7 meses nos separan del inolvidable y sufrido triunfo frente a Liga de Quito, cuando los Sánchez marcaron un antes y un después en la historia Tombina. De la mano de un equipo bárbaro, en ambas ocasiones quedó en la puerta de los octavos de final, teniendo poca fortuna en el sorteo de los grupos.
Ya nadie sobrevive de aquél plantel que tantas alegrías le dio al hincha de Godoy Cruz. Pero tiempo después y de la mano del Gallego Méndez, el Tomba es nuevamente internacional y jugará por tercera vez en su historia la Copa Libertadores de América, siendo el equipo indirectamente afiliado a la AFA que más veces participó.
Esta se convirtió en una noticia que alegró al plantel que merecía obtener algo positivo después del notable campeonato que tuvieron. No podía ser tan injusto todo. Algo se tenían que llevar. Por eso Abecasis, Silva, Ayoví, Correa y Rey mostraron rápidamente su felicidad vía Instagram.
Si bien el rendimiento del equipo no es el mejor en este nuevo semestre, el saber que ya están clasificados para el torneo con mayor relevancia de Sudamérica del año que viene, sin dudas será un factor motivacional y anímico clave para volver a encontrar esa identidad que lo llevó a pelear el último campeonato. ¡Salud, Tomba! Nos vamos de copas otra vez.