Godoy Cruz lo volvió a hacer. Esta vez sin exponer ese buen fútbol de las jornadas anteriores, pero si hizo lo suficiente para doblegar a su rival.
Lanús llegó a especular a través de un pelotazo y la audacia de sus delanteros. El Tomba, por su parte, intentó en todo momento desarrollar un buen juego (no lo terminó de concretar).
Una mala noticia en el primer tiempo. Entre lágrimas es que salió López Muñoz debido a un golpe en su pierna. Pudo salir de a pie pero acusaba un grave dolor.
En su lugar, Toto Pozzo dijo presente y se encargó de orquestar el juego tombino. Todo el partido se dio igual. El conjunto local intentaba triangular (con dificultades) y la visita aguardaba en su terreno a la espera de una desatención.
Así, con un elegante Pozzo y un imperial Rasmussen, los dirigidos por Oldrá buscaban el gol a toda costa. Y lo iba a conseguir, después de un buen remate lejano de Galdames, Conechny aprovechó el rebote y sentenció el triunfo.
Esta vez hay más aspectos a corregir. Salomón Rodríguez necesita reposar un poco y aclarar su mente, Arce tuvo una tarde para el olvido, Andrada fue de mayor a menor, Cejas tuvo sus buenos momentos y Conechny estuvo flojo hasta que consiguió ese remate glorioso.
Figura total Federico Rasmussen. En su bolsillo encontraremos a Bou, Díaz y la totalidad de delanteros que Zielinski tiró al terreno de juego.
Pozzo pide pista, Guillén (tal vez) también y Badaloni se posiciona como el delantero centro que iniciará ante Belgrano. A seguir por la vía del triunfo.