Se ha hablado mucho de ese bar, porque fue donde comenzó todo. Ese día, el 1 de junio de 1921, con un puñado de locos por el fútbol, se puso el tren sobre las vías para concretar un sueño. Un club que los identifique, que sea por el amor a este deporte.
“Con los primeros fondos que reciba la sociedad, se comprará un football y un sello con el nombre de la entidad”, señala el acta de fundación del Club Sportivo Godoy Cruz, que dio origen a la actual institución.
En ese lugar, dónde se empezaron a pintar las primeras líneas azul y blanco, el cual más de uno de nosotros lo siente mencionar y sonríe: El Bar Victoria. ¡Qué pedazo de nombre para comenzar una historia!
Allí, un grupo de amigos a las 9 horas, decidieron constituir un club en la flameante ciudad mendocina. Comenzaron una intensa búsqueda de un terreno para formar una cancha, que si bien las actividades no estaban sólo relacionadas con el fútbol. También había deportes como el boxeo, ajedrez, pesas y ciclismo, los cuales fueron parte de un proyecto simple, pero muy ambicioso.
Hoy, todos aquellos socios: Antonio Balart, Tovia Cogni, Rolando Testaseca, Pedro Fluxa, Ramón Bernet, Pedro Tangarelli, Lorenzo Resarino, Adriano Urbisaglia, Jorge Miguel, Aldo Testaseca, Victor Brizuela y Romeo Garay, no podrían creer la fuerza que llegaron a cobrar sus escritos de aquel majestuoso día. Godoy Cruz logró la máxima división en el deporte por el cual estos fanáticos lo crearon.