Godoy Cruz terminaba un 2015 decepcionante sin siquiera clasificar a la liguilla pre Sudamericana, no tenía técnico y algunos jugadores tenían el deseo de irse del club. El 2 de diciembre de ese año, llegaba un nuevo DT a la Bodega. Conocido por su época de futbolista y desconocido por algunos en su título de entrenador, Sebastián Méndez pisaba Mendoza para firmar su contrato.
No la tenía nada fácil y él lo sabía. Debía levantar el ánimo de un equipo totalmente perdido, devolverle la identidad, encontrar una idea de juego y llevarla a cabo sabiendo que el promedio acechaba al equipo. Algunos confiaban, otros no. Pero comenzaba una nueva era en Godoy Cruz, donde peor no se podía estar.
El 4 de enero fue la primera práctica del plantel y de a poco la ilusión y la esperanza volvía al hincha tombino. Con la base del año anterior y algunos refuerzos, el “Gallego” emprendía su aventura.
El equipo parecía otro al del año anterior, tenía otras ganas, otra alma, otro espíritu. Iba a buscar los partidos y los ganaba, no importaba quién era el rival. Así completó su primer torneo al frente del Tomba, obteniendo 33 puntos en 16 partidos (¡Un punto más, con casi el mismo plantel, que en los 30 encuentros que había disputado en 2015!) y dejándolo en las puertas de un campeonato que se le negó a Godoy Cruz. Y, aunque merecía llegar a la final, hubiese tenido que jugar con un Lanús descollante.
No había dudas que el trabajo realizado por el ex jugador del Celta de Vigo había sido excelente, por lo que decidió, a pesar de las dudas, quedarse por la revancha. En este nuevo torneo largo, su equipo suma 17 puntos en 11 partidos, siendo mucho más irregular.
Méndez ya expresó su deseo de dirigir al Expreso en lo que será la 3era Copa Libertadores en la historia del club. Esta comenzará en febrero de 2017 y, si sigue al frente del elenco, se transformará en el único técnico que estuvo al mando de Godoy Cruz más de un año seguido desde que está Primera División.
Con el de mañana, llegará a los 32 partidos dirigiendo al primer equipo del Tomba y ya manifestó su orgullo de “llegar a esa cifra con este club y con esos jugadores”. En cuanto a los números, ganó 17, empató 5 y perdió 9. En condición de local, su equipo es el mejor en lo que va del 2016: triunfó en 11 ocasiones, igualó en 2 y cayó 1 sola vez.
Campaña brillante en todos los aspectos del entrenador tombino que le contagió sus ganas e ímpetu a un plantel que estaba destrozado y lo volvió a llevar a lo más alto del fútbol argentino. Los hinchas pensaban en el promedio complicado que poseía Godoy Cruz y el “Gallego” logró que se olviden completamente de esto a apenas fechas de agarrar al equipo, colocándoo nuevamente en el Torneo Continental más importante de América.
E hizo algo mucho más difícil, llegar al corazón del hincha Tombino. Hacía mucho, excluyendo a Oldrá, que un técnico no era realmente querido por el público de Godoy Cruz. Y él lo logró. ¡Felicidades, Gallego. Por muchos años más!